Como muchos lo habrán vivido, es estres del diagnóstico empieza inclusive antes del mismo, cuando "parece" que puede haber indicios de cáncer. Es el momento donde hay una "bolita" o algo "raro" que debe ser estudiado y la reacción natural es el miedo a lo desconocido.
Me ha tocado ver algunos casos en los que en estos momentos de angustia, algunos médicos lejos de ayudar a manejar mejor la situación con los pacientes y sus familiares empeoran el estado de angustia con el solo hecho de cómo dicen las cosas y muchos sin ser los especialistas que deben dar el último diagnóstico.
En muchos hospitales y centros de salud ya se entrena al cuerpo médico y de enfermería en cómo manejar a nivel psicológico la noticia del diagnóstico y comunicar las opciones de tratamiento. Es claro que el mismo diagnóstico puede ser dado con objetividad y claridad médica pero desde diferentes formas de manejarlo a nivel emocional con los pacientes.
Como pacientes nos toca preguntar sin pena, es nuestro derecho y obligación. También tenemos el derecho de pedir otras opiniones médicas y elegir el tratamiento que sintamos mejor nos convenga. Es importante no quedarnos callados y pedir información, es nuestra vida y debemos hacernos cargo de ella.
domingo, 3 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)